[Concurso] crea la historia del descubrimiento de tu isla “Diario de a bordo”

[Thommes]

He despertado y maldecido, mil veces a mi destino. Dios no me ha acompañado en mi suerte. Siento dolor y melancolía, por mi tierra pérdida. Me levanto y trabajo. Esa es mi vida por ahora. Mi única misión, matar sucios bárbaros. Soy Thommes Shergen, ex-capitán del ejército de Shagnol y ahora, mercenario.

Nací en la ciudad de Shagnol, no muy grande, pero mi ciudad. Disfrutaba de sus jardines, sus plazas y mercados, las fuentes, las gentes. Me deleitaba con su color y grandeza. Como era natural en Shagnol, un noble se instruía en la academia desde joven, siempre que pudiera pagarlo, en mi caso, mi patrimonio era grande. Mis padres, de origen nórdico, compraron allí terrenos y minas. Shagnol, era una ciudad muy conocida por la posición estratégica, localizada entre montañas y rica en carbón y hierro. En la academia nos instruían desde los 6 años. Nos enseñaban valores como la nobleza, cortesía o el culto a dios. Aprendíamos conocimientos en supervivencia, combate con armas y cuerpo a cuerpo. Nos enseñaban a disparar y a ser silenciosos y precisos. Muchos reyes nos contrataban para misiones de gran peligro o como su propia escolta. Eramos la élite, la legión de toro de plata. Indestructibles, decían. No siempre.

30 de Diciembre de 1512, un día frío. La nubes oscurecieron el dia y la niebla dejó la ciudad en penumbra. Quizás Dios sabía lo que iba a pasar. Me levante de mi cama, me vestí y alcance el cuartel. Preparabamos una emboscada contra una empresa, cuyo fin era conseguir esta posición. Salimos muy temprano. Según los exploradores, se suponía que un pequeño ejército se dirigía para ver cual era nuestra capacidad militar. Así que pensabamos darle una buena imagen. Nos ibamos a ocultar en el bosque de Jerguen. Al este de la ciudad, a unos 5 o 6 km. En el bosque, sus soldados no podrían hacer nada contra nuestras mejores armas, mejores soldados y un ataque sorpresa, todos iban a morir. Ibamos a establecernos 2 dias antes de su llegada Sin embargo, las cosas no siempre salen como quieren.

Cuando nos dirigimos hacia el bosque, a penas recorrimos un par de kilometros, cuando, en el horizonte se veían, tropas. Un ejército enorme, dispuesto a acabar con todos nosotros. 17 escuadrones. Maquinas y torres de guerra. No era una expedición, era un autentico ejército de conquista. Todo era inesperado. Asi que combatimos. Nos preparamos rápidamente y disparamos. Nuestros rifles, que tenían un cañon mas largo, alcanzaban mayor distancia. El escuadron de piqueros no lo esperaba, confusos y ensordecidos, se tiraban al suelo para evitar recibir mas disparos. En un momento, cayeron sobre nosotros 5 escuadrones de jinetes. Cargando contra nosotros. Nos pusimos en formación. Eran demasiados. Así que corrí hacia mi caballo. Si llegaba a tiempo, podría llamar al resto del ejercito. Cuando llegué al caballo, y estaba a punto de subirme, un jinete me alcanzo con su maza. Recibí un golpe intenso en la cabeza, que me dejo confuso y me hizo caer. ¿Habría muerto?.

Era ya tarde, cuando volví en mi. A mi alrededor, solo muertos. Mire de frente, mi caballo, estaba encima mía. Me arrastre como pude para poder salir de allí. Su cuerpo casi me cubrió, me protegió de flechas y disparos. Me mantuvo con vida. Gracias. Cojeaba y sentía un dolor abdominal muy fuerte. Seguramente por el peso del caballo. Mientras andaba por el campo de batalla, solo había muertos y más muertos. Tenía frío y todavía estaba confuso y mareado. Cogí unos jarapos, con los que me tape, y la camisa de un soldado que encontre en mejor estado. Y di la vuelta. Horroroso, no debí haberlo hecho. Me arrepiento. Mi ciudad, totalmente arrasada. Los soldados aún estaba en la ciudad. Así que huí, cogí una faltriguera y una bota con agua, que encontre en un soldado y corrí. Fuera de los caminos. 1 semana pasó desde aquello, cuando, despues de recorrer los acantilados hacia el norte. Encontré una ciudad. Debía comenzar una nueva vida.

7 años han pasado desde aquel horroroso día. Ahora soy un monstruo. No mato por honor, sino por dinero. He perdido todo lo que me enseñaron, una lastima. Supervivencia. Hoy, 25 de enero de 1520, me dirijo hacia una nueva isla. Me hablaron de riquezas, tesoros y tierras. Proteger a los ciudadanos de bárbaros y bandidos. Hablaron de.... América... si, creo que era eso. A hacer lo que me toca, acabar con todos esos hombres-mono y proteger a la ciudad de estas y otras amenazas. Pero ahora, como dirigente, de nuevo, de mi propia escuadra.

Una nueva tierra, una nueva historia, un nuevo destino. Capitán Thommes Shergen, dirigente de la empresa Santa Cristina. El Protector.

[grace]

grace, ronco y los settlers.
Como todos los días, había que llevar los granos de café recolectado, al puerto para ser cargados en un barco que los llevaría a su destino, al otro lado del atlántico. Mi padre se había resfriado y yo me ofrecí a llevar los sacos, cargados a lomos de mi burrito, que era tremendamente vago, pues cada vez que le echaba un saco a su lomo, se quejaba y se quejaba, porque no le gustaba nada tener que llevarla carga, y eso que nos preocupábamos mucho por darle buena comida, limpiarlo y cepillarlo, procurando siempre no sobrecargarlo y llevarlo por caminos despejados de piedras. Si, porque no me gusta ver sufrir a los animales y menos a mi burrito Ronco, que se llama así porque su rebuzno es francamente grave.
Salimos en dirección al puerto y caminábamos tranquilamente, observando aquel paisaje que nos resultaba muy conocido, y todo transcurría con normalidad. Había pasado casi media hora desde que dejáramos la granja, cuando Ronco se paró. "Ah! no, amiguito, hoy tienes que portarte bien" -Le dije, tirando de la cuerda. Pero no me sirvió de nada. Estaba clavado en el suelo. "!Qué vago eres, venga, arriba!" Continué tirando del animal, que movía su cabeza como diciéndome que no, sin conseguir que se moviese un centímetro. Tras un buen rato intentando, en vano, que caminara, dió cuatro pasos, y, de manera totalmente inesperada, dobló sus patas y se aparcó allí, en medio del camino, y cerró los ojos. Evidentemente no quería seguir y me volví a buscar ayuda.
Dos ladrones, que venían corriendo por el camino, huyendo de la policía que los perseguía, se percataron del burro, y sin pensárselo dos veces, se montaron en él y con una vara, que uno de ellos había arrancado de un arbusto del camino, comenzó a darle de varazos en el trasero, con tanta fuerza, que el animal, primero saltó, poniéndose en pie, y luego lanzó tal rebuzno que los pajarillos de los árboles alzaron el vuelo asustados. Ronco comenzó a correr, como alma que lleva el diablo, con aquellos dos personajes montados en su lomo, encima de los sacos.
Volví corriendo sobre mis pasos cuando oí los gritos de Ronco, pero en aquel lugar no había más que unas huellas que me llevaron directamente al puerto. Allí vi a Ronco con dos hombres de muy mal aspecto que intentaban, a golpes, subirlo a un barco. Con el corazón en un puño, agachándome, y sin ser vista por aquellos truhanes, subí al barco y me escondí. Sin apenas darme cuenta note que el barco se movía, el corazón se me salía del pecho. Con mucho cuidado, encontré la manera de llegar a la zona de carga, y allí estaba mi amigo, tembloroso, golpeado y con lágrimas en sus ojos. Y los dos juntos, solos y perdidos en aquel barco, muy hambrientos, salí a buscar comida, contaba el tercer día de salir del puerto, con la mala suerte que me atraparon aquellos dos malhechores y me lanzaron al mar, pero pude agarrarme a un tronco que flotaba perdido en el océano. Al poco, no muy lejos de alli vi tierra, eso me salvo la vida, comencé a nadar en esa dirección, sin pensar, sin descansar, hasta llegar a la orilla, donde me deje vencer por el agotamiento y me desmayé. Cuando desperté unos settlers me estaban cuidando. personajes muy simpaticos, generosos y sobretodo trabajadores que me hicieron un sitio en aquella maravillosa isla. Y en cuanto a mi perezoso Ronco, parece que logró escapar ahí estaba, a mi lado, y nunca más volvió a ser holgazán. FIN.

[AK_Viejozorro]

Settlerix
No voy a mentiros, esta es una historia difícil de creer, siendo honestos no creo que consiga abrir los ojos a alguno de vosotros, pero es la aventura que he estado viviendo todos estos días. Todo comenzó tras pasarme mas de 14 horas programando en mi ordenador, librerías, c++, procedimientos, rutinas, el caso es que se terminó el café y poco a poco mis párpados me ganaron la batalla. Horas mas tarde desperté, no sabía si estaba soñando, me miré al espejo tenía el teclado dibujado en mi cara, ipso facto me llevé un susto al vislumbrar tras la cortina una figura humana.
Sal de ahí truhán – Le susurré con mi voz entrecortada.
No te asustes, vengo a rescatarte y enseñarte la realidad – pronunció con una voz dulce y femenina.
Después de aquellas palabras la enigmática mujer se fue asomando tras la cortina.
Un día me llamé Trinity, pero ahora todos me conocen como xxcintia y vengo a rescatarte AK_ViejoZorro. - Dijo ella algo agitada.
¿Rescatarme? ¿Que demonios? ¡Y mi nombre es Neo! ¿Como que viejo y zorro? - Contesté confusamente.
Bien me creáis o no, xxcintia me hizo elegir entre una pastilla roja y una azul, elegí la roja porque es mi color favorito, no quiero imaginarme que pasaría si eligiese la azul. El caso es que al seleccionar la roja me vi inmerso en una gran aventura. Al instante un tipo serio, trajeado, y con gafas de dandy nos empezó a perseguir, xxcintia me explico por el camino que eran los malos de la película y que querían acabar con todos nosotros, eran los llamados Agente Smith, o informalmente mods y moderadores, los cuales habían sido creados por un ente maligno superior los BB, todos ellos pertenecían a un tétrico proyecto llamado Settlerix(Settlers Online) programado por el arquitecto, también conocido como Ubisoft con el objetivo de robarnos el sueño. El caso es que estábamos acorralados por ese agente que nos iba a banear, cuando en ese preciso momento sonó el teléfono de xxcintia, que tan pronto lo descolgó, nos teletransportó a un barco conocido como el “Nabucodonosor” una especie de gremio que los mismos integrantes llamaban “Absolut Kings”, cada nave gremio aglutinaba a unos guerreros con objetivos comunes.
Sin tiempo a dilucidar me presentaron al Capitán Morpheo jefe de la resistencia, aunque todos le conocían por Zodiak. El me presentó al resto de tripulantes de la nave, un tal Wolen mas feo que Picio, los hermanos Jorgeveg y Fufe siempre en constante pelea, y un tal Hispano27 el cual estaba siempre mas perdido que un pulpo en un garaje. Zodiak me relató historias pasadas muy tenebrosas sobre un lugar llamado Global-1 donde la mayoría de humanos libres combatían a los mod. Es así como descubrí que vivía en otra realidad, el logró hacerme abrir los ojos. Casi sin tiempo a descansos la nave tomó rumbo a Tierras Salvajes la última tierra libre acosada por los enemigos, en otros tiempos del pasado era conocida como Zion y nuestro objetivo ahora, era iniciar desde ahí la reconquista del mundo.
Esto de ser un rebelde tenía sus pros y sus contras, lo que mas odiaba era la comida, todos los días comíamos pastillas, eso si, con sabor a plato de pescado, a sandwich de atún y a cestas de la tía Irma que eran un combinado de salchichas, bolleria y pescadito frito, todo muy sano según nutricionistas expertos de la universidad de Hardvard
Tras un largo viaje Zodiak me dió la misión de crearme una ciudad resistencia en Tierras salvajes la cual bauticé como “AK land”, No fue tarea fácil pues mis colonos eran extremadamente lentos, todo culpa de la dieta a la que los sometía, la obesidad era un mal endémico en mi isla, lo cual repercutía negativamente en el rendimiento y productividad de mi isla. El asunto era tan grave que incluso los caballos eran muy lentos al no poder transportar semejantes moles en su chepa.
El caso es que cuando todo parecía que iba viento en popa se me cruzó un gato negro al que alguien bautizo como m_blackcat, esto me hizo sentir raro, fue un déjà vu. Algo malo se avecinaba y así fue como empecé a encontrar una gran resistencia de bandidos en AK land, cada uno tenia sus propios nombres de combate, en estos momentos solo recuerdo el de los gemelos(el mofeta y dientes metálicos).
En fin que desde el día que todo esto comenzó hasta hoy, sigo combatiendo en este medio real o virtual, siendo parte de esa resistencia a la cual perteneceremos hasta nuestros últimos días.
(Aviso esta es una historia original creada por AK_ViejoZorro, todo parecido con la realidad cinematográfica es pura coincidencia).

[montcada]

Han pasado 50 años desde que naufrage en la isla!! de los 10 galeones que zarpamos solo 3 consiguieron sortear aquella increible tormenta, el resto aparecimos una fria mañana en la playa de aquella isla sin nombre, ! sin situacion en el mapa!
Juntos partimos , sin saber que ocurriría llegamos a suelo extraño buscando encontrar la vida.Los minutos suman horas,las horas hacen los días los meses forman los años y los años hacen la vida.
Hoy 50 años despues leo estos versos y me invaden los recuerdos.

Tú, Montcada, no has subido nunca a la azotea. No puedes saber qué honda respiración ensancha el pecho, cuando al salir a ella de la escalerilla oscura de madera, se siente uno quemado en el sol pleno del día, anegado de azul como al lado mismo del cielo, ciego del humo de la planta de carbon, con la que, como sabes, se tiñe el aire de oscuro para que vengan a limpiar el agua de las nubes.
¡Qué encanto el de la azotea! Las campanas de la torre están sonando en nuestro pecho,en nuestro corazón, que late fuerte; se ven brillar, lejos, en los balcones del ayuntamiento, los campos de trigo, como una chispita de plata y sol; se domina todo: las otras azoteas, los corrales, donde la gente, olvidada, se afana, cada uno en lo suyo - el minero, el tabernero , el manpostero _; las manchas de arbolado de los estrechos pasos; el cementerio de reclutas, a donde a veces, llega, pequeñito, apretado y negro, un inadvertido entierro de tercera; en donde el resto de tropas tienen galas de estrellas y penas por la perdida , y el puerto con un barco que no acaba de entrar; graneros, donde un músico solitario ensaya el cornetín, o donde el amor violento hace, estragos a cientos de colonos,en una guerra inacabable.
En los largos días en que la isla navegó en su cuna, rio abajo, hacia la muerte o la prosperidad, nadie se acordaba de Montcada. El, en su delirio, triste cobijaba esperanza ¡..! Desde que se unieron los fieros ballesteros en la oscura isla llena de suspiros,se oía, a veces, la lejana alegria de la victoria y la recompensa . ¡Oh dantesca pesadilla cuando al regreso de la aventura los amigos de batalla enmudecieron! .

[Jesusleal]

El principio de esta historia se origina hace cientos de años.
Todo empezó en el nacimiento de Amanda la princesa de Torre de Sol
Su madre la reina Dora murió en el parto pues antes no tenían los mismos recursos que tenemos ahora.
Su padre el rey JesusLeal cayó en la tristeza.

Los años pasaron y Amanda creció con 5 años entró en el colegio en el que se aprendía: arquería, magia básica, defensa cuerpo a cuerpo etc.
Amanda hizo muchos amigos aunque no fueran de la corte en el colegio se preparaban para que en su día fueran grandes guerreros, magos y arqueros. Estos muchachos eran más grandes que ella un medio año pero eso no importaba lo que importaba (aunque a Amanda no le importase nada en absoluto) era que ellos por así decirlo es que eran “plebeyos” o” criados “como tu decidas.
Su padre intentaba alejarla de ellos pero aun así la amistad era más fuerte.
Los años volvieron a pasar y Amanda tenía 12 años; El rey JesusLeal se casó con otra mujer y Amanda ya no era la misma, ya no se veía con sus amigos Jonás, Faiga y Tirso.
A Amanda, Gloria, su madrastra la trataba fatal. Pero lo peor era que no la dejaba salir de su cuarto solo para ir al colegio y volver pero todavía peor era que su padre no ponía reparo en ello.

Amanda ya era una completa arquera profesional, sabía lo básico de magia y de defensa cuerpo a cuerpo. No era la típica princesita mimada de cuento, no, era más bien normalita, rebelde, graciosa muy graciosa y muy apuesta .Su pelo lo tenía no mucho más largo de los hombros y negro muy negro pero muy brillante casi siempre lo llevaba suelto, y tenia los ojos marrón clarito, era alta muy alta y estaba delgada, su cara tenia siempre una sonrisa como tallada porque casi nunca se desvanecía de su rostro.

Jonás tenía el pelo corto y negro también muy brillante, era de estatura media sus ojos eran de color marrón oscuro y muy profundos. Tenía unos labios finos y rosados. Estaba licenciado en arquería y en magia curativa, también era muy gracioso era rara la vez que no estaba riendo, se llevaba muy bien con Tirso y Faiga pero con Tirso siempre tenia alguna que otra bronca con quien se llevaba bien en especial era con Faiga. Y como no también era apuesto.
Faiga era una chica con el pelo un poco mas arriba de la cintura no mucho mas, lo tenía castaño claro y rizado, para mayor comodidad siempre lo llevaba recogido con dos coletas a la altura del cuello. Para decir verdad ningún miembro de este grupo era serio o aburrido. Porque Faiga también era una chica alegre y divertida pero a la vez atrevida y se llevaba bien con Amanda hasta más no poder. Faiga se licencio en conjuros en general y en arquería. Su cara era de un color no muy claro pero tampoco oscuro y en ella había dos ojos marrones claros, una nariz pequeñita y unos labios gruesos de color carmín. Lo que la diferenciaba de los demás eran sus orejas puntiagudas, si seguro que lo has adivinado Faiga era elfa pero a diferencia de los demás elfos, ella si crecería como humanos, es decir que crecería al mismo ritmo que ellos, pero al cumplir los cuarenta volvería a tener veinte años y seguir el ritmo de edad de los elfos, pues fue el deseo que decidió pedir en su quinto cumpleaños.
Al siguiente día en el colegio no estaba Amanda, Sé había adentrado en una tenebrosa isla en la cual un ser malvado la había echo presa y donde sus amigos Tirso, Jonás y Faiga irían a buscarla junto a su padre el rey JesusLeal el cual se sentía culpable de haber abandonado a su hija en el destino de la soledad.

[ZodiaK]

¡Tanto frío! El gélido abrazo del invierno había llegado con más fuerza que nunca este año. Nada se salvaba de la temperatura glaciar por las antaño verdes praderas hasta la orilla del mar. Los ríos se habían congelado. La tierra estaba helada como el acero. Las plantas se congelaban bajo metros de nieve, a donde eran incapaces de llegar renos y bueyes. Al paso de los días, ellos también sucumbían bajo el insoportable peso del invierno.

Nuestras provisiones escaseaban y aventurarse fuera de los refugios era una carrera contrarreloj, con incluso llevando nuestras mejores protecciones y abrigos. Nuestra piel se volvía pálida, seca y fría. El propio aire se convertía en cuchillas y sentíamos cómo se entumecían nuestras manos y pies. Poco a poco, íbamos perdiendo lo que nos quedaba de consciencia cuando el corazón era incapaz de bombear nuestra sangre congelada. La muerte se presentó ante los más débiles, cobrándose el alma de varios de nuestros mayores y más pequeños.

Había llegado el momento de tomar una decisión. Teníamos que dejar lo que habían sido nuestros hogares antes de que fuera demasiado tarde mientras aún éramos capaces de movernos. Embarcamos en nuestros pequeños barcos de pesca con lo poco que nos quedaba, los atamos uno tras otro para que nadie se perdiera y formamos una pequeña flota. Desde entonces, siempre nos dirigimos hacia el Sur acompañados por una espesa niebla que nos impedía ver lo que teníamos delante y que era alimentada por el vaho exhalado de nuestras frías respiraciones. Varias tormentas nos sorprendieron y nuestra endeble flota se redujo en número. No volvimos a ver a los familiares, conocidos y amigos que iban en los barcos desaparecidos.

Pasaron los días y el frío dejó de ser nuestro enemigo; lo sustituyó el calor. Nuestros víveres estaban casi agotados, nos quemábamos y nos sentíamos débiles producto de la deshidrataron. Nuestra piel seca se quemaba rápidamente por el sol y, ahora, teníamos que protegernos de aquello que tanto buscábamos.

Una mañana vimos una gran isla a lo lejos; tenía altos picos. Nos apresurábamos por llegar a la costa; tarea rápida ya que el agua estaba tranquila. Habían muchos bancos de peces que nadaban en las aguas cristalinas. Una vez instalados en la playa, supimos donde echar las redes.

Nos dividimos en varios grupos para explorar nuestro alrededor. Tardamos poco en descubrir la cantidad de zonas pantanosas que había en el área y nos apresuramos a recoger agua de los caudalosos ríos que encontramos. La isla cuenta con una gran reserva de agua natural en el subsuelo; y lo hace perfecta tierra para la cosecha y la construcción de pozos. Frondosos bosques cubrían la isla que albergaba multitud de especies de animales salvajes para la domesticación y caza. Las montañas escondían decenas de manantiales que brotaban de la misma roca y que eran ricas en minerales, como el hierro y el cobre.

Esa noche fue la primera vez que oímos las distantes voces de los habitantes de la isla. Nos escondimos en las montañas y vimos cómo se agitaban los árboles a su paso; acompañado de cientos de aullidos y ladridos que nos hacían recordar a los salvajes lobos del norte. No sabemos si seremos bien recibidos por nuestros recién descubiertos anfitriones, pero nos quedaremos, sin importar el precio.

Diario del Einherjer Zodiak.

[Giovanni]

El mar,lóbrego e insondable,permanece en calma mientras amanece y el sol lucha por filtrar su luz a través de nubes preñadas de lluvia que cubren el firmamento. Las algas se arremolinan en su superficie,formando racimos,acercándose con lentitud al casco del barco,acariciándolo suavemente,como si del espíritu de una amante ahogada mucho tiempo atrás se tratase,intentando retenerlo junto a ella.

Ha pasado mas de un mes desde que avistaron tierra por última vez,desde entonces el océano se ha convertido en su mas fiel compañero,día tras día lo observa,eterno,inabarcable,acunando su buque,invitándole a continuar,hablándole con voz susurrante a través de las olas que surcan su superficie,y Giovanni atento a cualquier señal permanece inmóvil en la popa junto al timón,observando el horizonte mientras la lluvia comienza por fin a caer,empapando sus raídas vestiduras,desgastadas por los años de uso,desvaídas por la sal que el viento ha arrojado tantas veces contra ellas,el agua cae formando riachuelos en su rostro,curtido como cuero viejo,de mirada fija.

Giovanni Giustiniani capitán y dueño del navío es el único tripulante que permanece en la cubierta de la carraca,un viejo buque,el cual dista bastante de ser idóneo para esa empresa,pero no tiene mas opciones,pues es lo único que le queda,junto a la carga de la bodega,semillas de distintos cereales,trigo,cebada,barriles repletos de legumbres,así como herramientas,materiales de construcción,algunos animales,sobre todo de tiro y monturas,armas,y acurrucados bajo la cubierta,temerosos ante la inmensidad del mar, una amalgama de desahuciados a los que pudo convencer de arriesgarse a perder todo,lo que en la mayor parte de los casos se limita a sus vidas,único bien que poseen.

Génova,la tierra en la que nació Giovanni queda lejos, sus altas montañas y verdes colinas se alejan en la neblina del pasado desvaneciéndose de la memoria a medida que el viento los lleva hacia tierras inexploradas,poco sabe de lo que encontrarán tras meses de viaje,primero cruzando el Mediterráneo,y luego el ancho Atlántico,frontera natural para los hombres hasta tan solo unos años atrás y al que muy pocos se atreven a desafiar aun entonces,pero el no tuvo elección,o si la hubo no supo hallarla,su familia,próspera tiempo atrás,orgullosa de su flota,tan numerosa en mercantes como en barcos de guerra hacia tiempo que cayó en desgracia.

Giovanni compartía nombre con un antepasado suyo,responsable de llevar el esplendor a su familia,pero también de su decadencia,este combatió en Bizancio,donde dirigió y organizó la defensa de la ciudad,último rescoldo del antaño poderoso Imperio,pero los tiempos habían cambiado,no contaban con apenas tropas con las que luchar,y los otomanos vencieron,su predecesor herido mas en espíritu que en su cuerpo murió días después de la derrota en la isla de Quíos.

Con el desastre la ruina se precipitó,la mayoría de sus barcos fueron apresados o hundidos,los puertos en los que siempre esperaban ver aparecer sus estandartes ahora les estaban vetados,y con el paso de los años los pocos barcos que les quedaron tuvieron que ser uno a uno vendidos para poder mantener la empresa,finalmente tras la muerte de su padre tuvo que afrontar la verdad,tan solo le quedaba una vieja carraca.

Meditando acerca de su situación y sin saber como afrontarla observó con nostalgia el mapa que tantas generaciones les había acompañado con los nombres de puertos a los que ya no volverían a viajar,y en el que el mundo terminaba en un mar sin fin que se extendía al oeste,un mapa antiguo,recuerdo de un tiempo en el que Europa era el centro del mundo y una idea cobró forma en su mente,viaja al oeste,si,el oeste podía ser la solución,nuevas rutas comenzaban a florecer desde que se descubrieran tierras donde solo agua debía existir.

Resuelto ante la escasa pero posible opción de éxito,vendió las demás pertenencias de la empresa,los almacenes,impregnados de mil aromas tras tantos años albergando mercancías,pimienta,clavo,jengibre,canela,nuez moscada,y también su casa,donde tantas generaciones de su familia habían nacido,se deshizo de todo, con el único objetivo de conseguir suficientes denarios para equipar la carraca con lo necesario para un viaje de colonización.
Lo recuerda todo mientras sus manos se aferran agarrotadas al timón,recuerdos de una vida que parece lejana a pesar de que aún son recientes,pero sabe que vive un punto y aparte,el fin de un capítulo y el comienzo de una nueva vida,crear una colonia donde establecerse,prosperar y devolver el esplendor a su apellido.

La lluvia cesa,la luz del sol ilumina las aguas,las nubes desaparecen,Giovanni despierta del sopor en el que se había sumergido hipnotizado por el rítmico sonido del agua cayendo en cubierta,sus ojos regresan del pasado y mira hacia el horizonte,en el que ya no ve solo mar y niebla,allí lejos aún,apenas visible se percibe la línea de la costa,una tierra nueva,una isla en la que no sabe que encontrará,en la que construir un poblado,una ciudad,y lanzarse a la conquista de una tierra por la que vale la pena luchar,tanto por si mismo,como por sus antepasados y por los colonos que lo acompañan,pero sobre todo por la esperanza de un futuro con el que hasta ahora solo había soñado.

[Rincewind]

¿Cómo? ¿Antes de encontrar esta isla? ¿Quieres decir MI isla? ¿No sabes que estás hablando con el mismísimo Rincewind? ¿Que quién se casa? ¡Nadie! ¡RINNNNCEwind, es RINNNNNCEwind! Bueno... en serio… no lo recuerdo muy bien, tuve un mal sueño... algo sobre 4 elefantes y una pizza, ¡pero en serio! creo que ahora estoy pasando la resaca retroactiva de aquella noche. Lo que es seguro es que hubo mucho brebaje de por medio, algún duelo creo -espero-, y no sé cuantos trovadores en una carroza con forma de calabaza.

La verdad es que iba a la deriva desde hacía tiempo y bueno, la noche me confundió ciertamente, después de aquello no recuerdo nada más, hasta que aparecí en aquel barco a la mañana siguiente, todo el mundo gritaba ¡polizón! ¡polizón! yo les dije que no había visto ninguno pero parece que no les hizo gracia que se le escapara, así que me pusieron a fregar los suelos día y noche, curtir las suelas ya sabes, para cuando llega el hambre y a regurgitar el agua de mar y desalarla para cuando llega la sed.

Creo que el capitán era un mono con muy malas pulgas al que llamaban Tío Eucalipto. Tío Eucalipto olía mejor que el resto de la tripulación, o al menos eso decía él, porque cada vez que se acercaba me dominaban profundos mareos -a lo cual quizá no deberían fiarse de que fuera un mono-. En fin, con el tiempo me cogió cariño y pasé a ser su primer oficial -si por primer oficial se entiende al único que quedaba con vida-.

Una noche me llamó a su camarote y me habló de cómo tripular un barco y me enseñó todo lo que sabía sobre ello: cómo conservar las bananas en buen estado y cómo esconder el jugo de coco de la tripulación. Me contó muchas cosas -deben estar por algún lado-, pero fuimos interrumpidos por una panda de pillos que asaltaron el barco. Bueno, por lo visto los pillos éramos nosotros porque huíamos que daba gusto. Tras ser cazado intentando defender a mi capitán -que de pronto había recordado que los monos no hablan-, fui interrogado y torturado. Al final me creyeron en aquello de que no teníamos más que plátanos y cocos y del cabreo me llevaron como esclavo a su isla... MI isla.

La verdad que no se vivía mal, es más fácil servir a tu dueño cuando este no se sube a tu chepa y te tira del pelo constantemente, eso dicen aunque no pude comprobarlo, pero ciertamente en tierra firme es mucho más llevadero.

Aproveché una tormenta para escapar con otros esclavos y pude encontrar un hueco en la isla y bueno ya sabéis el resto.

Algo aprendí de todo esto... no tiene mala acústica una calabaza ¿sabes?

¿Oye?

¿Hay alguien ahí?

[marcopolo]

Relato de un manuscrito, en busca de su destino.

Muchas leyendas circulan, sobre un misterioso navegante, ahogadas en brebaje y relatadas por las tabernas de medio mundo.
Dicho aventurero se hace llamar Marcopolo,pero son solo eso…leyendas.
Mi realidad es esta ,escrita de mi puño y letra, en mi mas fiel compañero.

Nací en un cascaron merchante teniéndolo a la vez de cuna y con el mar y el viento como padres ofreciéndome sus sonidos a modo de nanas para tranquilizarme.
Llegado el momento de mi madurez, decidí partir en busca de nuevas tierras por descubrir,pues no podía creer mirando el horizonte del mar ,que no hubiera nada mas detrás de una vista tan hermosa.Habido de conocer nuevas tierras decidí enfrentarme a mi destino y me lance a explorar el mundo(juegos online) en busca de nuevas culturas que dieran sentido a mi viaje.

Años estuve inmerso en tales viajes, llegando a conocer multitud de países(juegos)exóticos ,los cuales tenían gran variedad de gobernantes (jugadores) con diferentes culturas.Eso empezaba a dar sentido a mis viajes, pero había algo no terminaba de llenarme cual alma incompleta,y era el hecho que en dichos países todo se organizaba por clanes, tribus, alianzas etc,eran como micro mundos dentro de un solo continente, en el cual todo se basaba en guerrear entre dichos gremios, privando prácticamente de poder conocerse entre los miembros de las diferentas alianzas.
Un buen día decidí que no estando a gusto con mi interior ,lo mejor era partir en busca de el continente que satisficiera mi interior y así poder darle paz.

Después de mucho navegar por aguas inciertas, logré avistar un nuevo continente(settlers) del cual no existían cartas de navegación escritas algunas, al adentrarme en dicho contiene, me di cuenta que era como un atolón formado por miles de pequeñas islas, cada una regida por un gobernante, ávido por descubrir mas sobre dicho continente, me apresure a desembarcar en la primera isla desierta que encontrara, pues además ya se agotaron todas las provisiones que cargue antes de aventurarme.Tube la suerte ,no sin esfuerzo que la isla era rica en todo tipos de productos y que de alguna manera, podría formar allí un asentamiento.

Poco a poco según crecía mi ciudad, fui teniendo la oportunidad de visitar a todos los demás gobernantes que el tiempo me diera de si, y así con ello darme a presentar,pues yo siempre estuve ávido de conocer nuevas culturas y formas de ser y pensar.El caso es que después de 4 meses en este continente(settlers),e ido sintiéndome mas a gusto y complacido ,que en ningún otro continente que antes hubiera conocido.Sus gobernantes me acogieron con inmenso cariño y además fui dándome cuenta que incluso entre los gremios había una comunicación alrededor de una hoguera(global1) como nunca antes tuve la ocasión de conocer en otros continentes.Mal haría en solo recordar a unos pocos gobernantes, pues cada uno en su forma de ser, son excelentes.
Solo me queda echar la vista atrás ,y ver ese niño que nació en un cascaron,y decirle que su mas preciado sueño, por fin se ha visto cumplido.Despues de buscar por varios continentes, por fin tengo …..un hogar . - Marcopolo-

[Genoveva]

Una noche de un 5 de octubre, estaba la general Genoveva contemplando las estrellas tranquilamente, hasta que un buen explorador encontró en una de sus muchas búsquedas un mapa muy raro que nunca antes había visto y deseaba enseñársele lo antes posible. A la luz del farolillo que traía el explorador, la general Genoveva vió y se asombró de tan raro e indescifrable mapa, sin decir de lo que se trataba ordenó reunir a los mejores hombres para una nueva, única y quizás extraña expedición y zarparían al alba.
Todos ya reunidos partieron en un gran barco en busca de aquel nuevo y extraño territorio. Todo parecía irles muy bien en su marcha, cuando de repente, el cielo se cubrió de unos nubarrones más negros que el carbón, la mar empezó a embravecerse, una fuerte tormenta acabó con el barco, y la tripulación cayó a la mar. La general Genoveva consiguió agarrarse a una madera y animaba a los demás a que hicieran lo mismo y así salvar sus vidas, la tormenta se apaciguó dejándolo todo en calma y salió un sol radiante.
Sin comida ni ron, y abandonados a su suerte no sabían que les depararía el destino. Pasados unos días, se encontraban ya casi desvanecidos de hambre y sed, cuando oyeron el graznido de las gaviotas, eso significaba que estaban cerca de tierra firme. Con las pocas fuerzas que tenían, hambrientos y sedientos como estaban, nadaron hasta la orilla, y se alegraron de por fin estar en tierra. Buscaron algo de comida por alrededor pero sin alejarse mucho de la orilla, ya que no sabían que podía acecharles si se adentraban en aquel frondoso bosque.
La primera noche se turnaron para dormir y hacer vigilancia, por si les atacaban. Al día siguiente el explorador ansioso por explorar la nueva isla, le pidió permiso a la general Genoveva quien gustosamente se le dio. Pasadas unas horas llegó el explorador con unas notas, diciendo que había unas extrañas nubes que rodeaba una pequeña zona donde había los restos de una casa del alcalde, pero no quiso adentrarse aún en aquellas tenebrosas nubes. Sin dudarlo, fueron todos los supervivientes hacia la zona, a pesar de aquellas ruinas, decidieron pasar allí el resto del día ya que pronto anochecería.
Explorando de nuevo el sector y el geólogo buscando minas y canteras para poder reconstruir de nuevo la casa del alcalde, descubrieron que el paraje estaba deshabitado, reconstruyeron las ruinas, empezaron a hacer ejército, con lo cual se asentaron en ella un 12 de octubre y la llamaron The Settlers. El explorador se adentró en aquellas extrañas nubes, que desaparecieron a su paso y descubrió los campamentos de unos bandidos que se quedaron atrapados por esas nubes. Las primeras batallas contra los bandidos fueron bastante fáciles, y a medida que íbamos avanzando, atacando bandidos y conquistando tierras fértiles, más fuertes eran los adversarios, pero a todo eso se le añadían más minas de cobre, hierro, carbón, y hasta oro!!! Esa misma noche hicimos un gran festín para todos los colonos y unas cuantas familias de bandidos que se pasaron de bando y que querían prosperar. Nuevamente el explorador nos trajo buenas noticias, descubrió nuevos tesoros y unas notas de auxilio, que pedían ayuda, porque unos extraños bandidos se hicieron con sus territorios, adentrándonos en nuevas aventuras conseguimos derrotar a los nuevos malvados y los nuevos aliados nos dieron parte de sus riquezas. A todo eso la general Genoveva, escribió una carta que envió mediante una paloma mensajera, al alcalde de su antigua ciudad para aliarse y comerciar entre ellos, ya que allí disponían de unos curiosos y extraños materiales como la madera exótica, el granito y el salitre.