La espada Sangrante de Mary, la Salvaje
La espada Sangrante de Mary, la Salvaje
Cuentan las historias que antaño, la famosa bandida Mary, conocida como la Salvaje, era el terror de todos los colonos y súbditos del Gran Rey. Mediante su poderoso ejército de perros salvajes, saqueaba campos y pozos, robando todo el trigo y el agua a los campesinos. Cuando el Rey quiso actuar contra ella, envió un batallón de magníficos caballeros, que consiguieron aniquilar todos sus compañeros caninos.
Tras esto, un general, glorioso veterano y victorioso de incontables batallas, armó un poderoso ejército y se lanzó al ataque de este malvado ser. Sin embargo, cuando Mary se vio acorralada, no dudó en sacar y blandir su poderosísima espada diente de Sierra. Aunque de aspecto rústico, la inmensa espada estaba diseñada por Mary, y adecuada a su "singular" estilo de batalla. Con dos manos, Mary se las arreglaba para blandirla sin mucho esfuerzo, como ya se demostró al masacrar a todos los caballeros de la anterior oleada. Los singulares orificios que poseía la espada fueron diseñados especialmente por Mary, para blandir este impresionante arma de guerra haciendo las veces de ariete, y así penetrar en las líneas enemigas. No existe en el mundo ser con manos semejantes, capaz de manejar esta espada sin utilizar el mango.
Incontables fueron las bajas que ocasionó semejante ser, pero finalmente se consiguió doblegar, y el general veterano mandó guardar la espada bien lejos de cualquier bandido que midiese más de 2 metros.
Curiosidad: La empuñadura de la espada, aunque se creía que fue especialmente diseñada, se ha descubierto que no era más que la tapa de un cubo de basura del primo del Rey Theodor, la cual mandó buscar desesperádamente y nunca se encontró... hasta hoy