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El invierno había sido especialmente duro y reinaba la desesperanza en la isla. Los colonos habían trabajado duro desde la llegada a la isla hace dos años pero las lluvias del otoño habían destruido gran parte de los edificios y el frio intenso del invierno se había llevado por delante la vida de muchos colonos.
Con la llegada de la primavera se habría por delante un periodo importantísimo para reconstruir la isla. Sin embargo la moral de la gente estaba bajísima y nadie tenía ganas de trabajar. Los niños estaban tristes y los mayores se habían dado por vencidos.
Dragonosca, el líder de los colonos se dio cuenta que la gente necesitaba un incentivo, una fiesta con la que recuperar la esperanza y las ganas de vivir. Paseando por el corral vio un huevo medio escondido entre la paja y tuvo la idea que acabaría salvando la isla. Rápidamente se fue a hablar con el carpintero y se pusieron manos a la obra con la tarea.
Una semana después, un domingo de marzo, Dragonosca estaba de pie en frente de todos los aldeanos.
“El invierno ha sido duro, muchos de nuestros amigos se han ido y hemos perdido mucho. Pero no podemos caer en la desesperanza, tenemos por delante un nuevo año, pronto germinarán las cosechas y si nos venimos abajo todo el sacrificio de nuestros compañeros será inútil. Mi amigo el carpintero y yo, hemos escondido huevos de madera por todo este campo. Un huevo por cada colono que nos ha dejado este invierno. Encontrarlos y reunirlos será nuestra forma de decirles que no nos rendiremos, que vamos a sobrevivir y que vamos a luchar por conseguir que esta isla sea un digno hogar para todos.”
Todos los colonos vitorearon al unísono y la esperanza volvió a fluir. Y así es como se instauró la tradición de los huevos, que pasarían a ser conocidos como huevos de pascua, conmemorado el paso de la tristeza a la esperanza.
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Cuando era más jovencito y llegue a está isla inhóspita, que me dio permiso mi rey para investigarla y formar una fabulosa colonia en ella; me puse a talar madera con mis leñadores y sacar piedra con mis canteros, hasta que un buen día uno de mis soldados me aviso de que encontraron un huevo en el campo, más grande de lo normal y con colorines.
Pues nos pusimos manos a la obra para averiguar cuál sería el animal que pondría esos huevos tan raros y mandárselo a mi rey como obsequio, porque algo tan llamativo siempre le gustaba a los reyes y si no le gustaba pues que se lo comiera.
La mañana siguiente, yo y unos cuantos voluntarios después de segar unos campos de trigo y volver a plantarlo, nos pusimos a seguir explorando la isla; ya que teníamos lo necesario para subsistir, pero mi explorador encontró en una colina cercana un montón de huevos.
Cada vez que nos acercábamos un poco más, había miles de huevos más, hasta que llegamos al destino, era una madriguera pero cabía perfectamente medio hombre y tenía una puerta con decoraciones así que llamamos.
Esperamos hasta que apareció, a primera vista un conejo gigante pero al verlo mejor era un enano con disfraz de conejo, me dio la bienvenida en perfecto thesettleriano.
-Buenas, ¿cómo se encuentran?, ¿y qué hace tal multitud en mi puerta?
- Hola soy Sirus, gobernador de está isla que me ha presentado el rey para que la colonice, hemos venido a su puerta buscando el responsable de estos huevos tan raros.
-Ah, vale. Yo soy un buen amigo del conejo de Pascua y le ayudo a esconder los huevos en la isla, hay algún tipo de problema, señor.
- No hay ninguno era por pura casualidad y me encantaría mandarle un buen montón de huevos a mi rey.
- Umm, pues no podrá ser porque hay que buscarlos para encontrarlo, pero puedo hablar con el conejo de Pascua para que se encargue de repartir huevos por todas las zonas y no mandar tantísimos a esta isla que me da muchísimo trabajo.
- Bueno, pero su búsqueda tendría que ser más difícil y tener un premio por ello como chuches en su interior, de esa forma los niños se lo pasarían en grande; por cierto dile al conejo que le diga al rey que es un entretenimiento de parte de Sirus-7.
-Vale se lo diré.
Seguimos hablando durante un buen rato, hasta que anocheció y nos volvimos a mi pequeña aldea habiéndole invitado respetuosamente que se pasará por allí a tomar algo.
Creo que se puede deber a este suceso, el día de búsqueda de huevos de Pascua, así que no me culpéis por lo intrincado de su búsqueda. Firmado Sirus-7.
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Los pequeños colonos correteaban por el jardín un poco antes de que llegara la noche. Uno de ellos trepó al enorme árbol que se encontraba en el camino y desde lo más alto pudo ver como grandes barcos zarpaban de la isla de los Piratas. Esperaban con ilusión el domingo de Pascua cuando escucharon la voz de su madre llamándoles a cenar. Alrededor de la mesa, mientras charlaban animadamente y su madre les servía unos platos de pescado y unas jarras de brebaje hacían planes para conseguir el mayor número posible de huevos al día siguiente. Un poco antes de acabar escucharon unas explosiones y salieron al jardín. Se podía ver desde allí todo el valle y en el fondo el Castillo Blanco del que salían preciosos fuegos artificiales de colores que llenaban el cielo de extrañas formas. De la chimenea de la casa de la Bruja del Pantano brotaban ráfagas de humo con los colores del arcoíris. El espectáculo era maravilloso y boquiabiertos contemplaron la fiesta hasta que su madre les instó a irse a dormir.
Por la mañana, al abrir los ojos, recordaron que ya era domingo, se levantaron de un salto y corrieron al jardín. Una preciosa cesta llena de huevos pintados de colores se encontraba en el camino. Cuando se acercaron a ella, desde unos matorrales cercanos, salió un enorme conejito blanco, la tomó del asa y, a la carrera, comenzó a bajar por el sendero. Los huevos se iban cayendo y rodaban hacia todas partes y ellos los recogían y los iban metiendo en los bolsillos de sus delantales. Y así, corriendo y corriendo, llegaron a las puertas de la casa del Alcalde. Allí se estaba celebrando la entrega de premios a Miss y Mister Stterls, como cada año. Y rodeando la casa, adornada con trenzas de huevos pintados de alegres colores, unas grandes mesas llenas de los suculentos alimentos que iban a compartir para celebrar el Domingo de Pascua. Eran una gran familia feliz.
olgalibre - Gremio Fairness
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Bert el Demonio y el hechizo del huevo
Hace muchos años reinó en mi querida isla TSosita un gran rey se decía que su gran fuerza manaba de un huevo mágico, pero una gran tragedia también se escondía en aquel misterioso huevo.
Se decía que lo halló en una gruta oscura donde vivía un demonio sin un ojo tapado con un parche negro, el tal se llamaba Bert, éste le propuso un trato. “Yo te daré éste huevo mágico, en él hallarás la fuerza, las victorias, el poder y la fama que todo rey desea, solo tienes que darme algo a cambio”.
El rey ávido de poder y de gloria le preguntó qué era lo que deseaba a cambio de aquél huevo, el demonio le dijo que aquella persona que le diera el primer beso de amor instantáneamente desaparecería e iría a parar a su tenebrosa gruta.
El rey siempre era recibido por sus ciudadanos quienes lo amaban así que después de meditarlo un poco…. Estaba dispuesto a sacrificar un colono por años de victoria y una isla plena y feliz. Así que volvió rico en botines, en tierras y tropas, feliz por la victoria resultado de mágico huevo. Al instante entre la multitud se abrieron paso dos delicadas manos echando a un lado a los colonos y soldados..... Vio el rostro inocente, dulce y tierno de su bella esposa que al instante rosó sus labios y súbitamente desapareció en un destello de luz.
El rey a pesar de ser victorioso, de conquistar tierras y tener riquezas incalculables, su corazón estaba destrozado…. Queriendo castigar aquel demonio escondió aquel precioso huevo en su inmensa isla, se decía que quien encontrara aquel huevo lograría liberar a la reina y devolverla a su rey quien desapareció un fatídico en la lucha por encontrar a su amada.
Bert el demonio entonces lo único que pudo hacer fue confundir a los colonos multiplicando el número de huevos por toda la isla, desde entonces el día en que el rey desapareció se celebra la búsqueda del huevo entre la inmensidad de huevos coloridos, brillantes y misteriosos.
Han pasado ya muchos años y los colonos y yo seguimos luchando por liberar a nuestros reyes, la tradición sigue y yo me he propuesto conseguir aquel huevo, liberar al rey y a la reina y volver a ser el reino que siempre fuimos. Ese malvado Bert el demonio entonces será castigado y convertido en el huevo podrido que merece ser.
Cammhy
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Habia una vez un niño llamado suso que era muy travieso. Una noche mientras suso estaba en cama a punto de dormise,
escucho un ruido que venia del jardin de la casa, con miedo se asomo a la ventana para ver lo que habia causado
el ruido. Suso se quedo sorprendido al ver una sombra alejandose del jardin, y decidio averiguar lo que era.
Abrio la puerta de su habitacion con cuidado para no despertar a sus padres que estaban en la habitacion de al lado, bajo las escaleras
hasta el piso de abajo y luego salio por la puerta principal dejandola entreabierta
Paso por el jardin, junto a la zona en que habia visto la sombra y siguio hasta adentrarse en el bosque, a medida que iba
avanzando, la casa se veia mas y mas pequeña. Ando tanto en busqueda de la misteriosa sombra que se perdio y no sabia como
llegar a casa. Empezo a tener frio y asustarse para un poco mas tarde, ponerse a llorar.
Entonces, un ruido salio de detras de unos matorrales, el niño se asusto, pero no se movia y miraba fijamente el lugar de
donde venia el ruido. Entonces, de entre los matorrales, aparecio de un salto un conejito con una chaqueta y un sombrero rojos que le
dijo al niño "por que lloras?, no ves que es pascua y todo el mundo tiene que estar feliz", a lo que el niño le contesto "me he perdido
y no se como llegar a casa"
El conejo metio la mano en un bolsillo de su chaqueta, saco una chocolatina y se la dio al niño. Este la cogio con un poco de miedo,
pero no tardo en desenvolverla y meterla en la boca. Al comerla, el niño empezo a sonreir de repente como si fuera por
arte de magia. Al ver que el niño estaba contento, el conejo lo cogio de la mano y lo acompaño a su casa.
Al dejar al niño en casa el conejito dejo otras chocolatinas escondidas y espero a que se levantara el niño.
Cuando suso se desperto, penso que todo habia sido un sueño y se fue a desayunar. Al llegar a la cocina, vio las
chocolatinas que habia "mal escondidas" y se alegro, porque se dio cuenta de que no habia sido un sueño y el conejito
existia en realidad.
El conejo espiando desde mas alla del jardin, se dio cuenta de que sus chocolatinas hacian felices a los niños, y desde
ese dia decidio repartirlas por todas las casas del mundo ese mismo dia de cada año para hacer felices a todos los niños
del mundo
Y asi es como surgio el mito del conejito de pascua
Suso1981
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Un día, pasaba una familia, que perdió su casa, por la orilla del río. Los dos niños estaban jugando al pilla-pilla, cuando de repente uno se va al agua. Este niño, muerto de miedo, se le olvidó nadar y empezaba a pedir ayuda. El padre, quitándose la camisa y los zapatos, se tira al agua a socorrer al niño. Cuando lo coge, aparece una serpiente por tierra que empieza a atacar a la madre y al otro niño. Al padre le da un calambre en el pie y se sujeta en un tronco seco que flotaba intentando que el dolor desaparezca para ayudar a su familia. De mientras, la madre coge un palo para darle en la serpiente en la cabeza y que hulla, pero eso le hace rabiar aún más y muerde al niño y le traspasa el veneno que lo deja inconsciente. La madre, llorando, se tira a por el niño para sacarlo de allí. De mientras, la serpiente se come unos huevos de conejo que había ahí al lado. La serpiente vuelve a atacar a la madre y, justo antes de que la mordiera, el niño se despierta convertido en un superhéroe en forma de conejo que se convierte en inmortal y, gracias a su velocidad, su increíble salto y su gran oído, logra llevar a la serpiente a una trampa para conejos que logra matar a la serpiente y sacar del interior de la serpiente los 5 huevos que se había comido. Y para conmemorar este épico momento, cada año se celebra un evento en que este niño, pondrá varios huevos en las casas para que todos le recuerden como el gran supérheroe que es.
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Hace muchos años, en el día de la fiesta de pascua, el antiguo alcalde y su familia estaban organizando toda la fiesta para su pueblo, pero el hijo menor, Juan, no quería celebrar esta fiesta, ya que consideraban que era una tontería. Su padre respondió que debía creer en la magia de esta fiesta y que necesitaba su ayuda para organizarla, ya que podría tener que organizarla él en el futuro. Juan, que era un experto cazador, dijo que pasaba de todas estas bobadas, terminando en una discusión con su padre, por lo que Juan se marchó diciéndole a su padre que iba a cazar y que ya volvería a la noche.
Juan conocía bien el bosque y la zona de caza, pero sin saber porque razón, en ese día se perdió, no avisto a ningún animal salvaje que cazar y tampoco consiguió encontrar el camino de vuelta. Al cabo de unas horas vió a lo lejos a lo que el distinguió como una persona pequeña con un traje de conejo, le gritó para preguntarle donde estaba, pero en ese momento, la persona misteriosa corrió y Juan fue tras ella hasta que la perdió de vista, en ese momento vió un huevo coloreado por donde vió a aquella persona, pero al acercarse, de repente apareció como una bruma por el bosque, siendo atrapado dentro de ella y terminó cayendo insconciente.
Cuando Juan se despertó, estaba todo despejado, pero asombrado vió que el lugar donde se levantó era distinto, no eran los mismos árboles y que todo el bosque era distinto. Empezó a desplazarse y vio un paisaje como nunca ha visto. Lo que más le extraño es que los únicos animales que veía eran conejos. Juan que empezaba a notar que tenía hambre, se dispuso a cazar un conejo como siempre ha hecho, pero por alguna extraña razón no conseguía coger a ninguno y estos huían al verle. Pasaron dos días y Juan no consiguió nada que llevarse a la boca y su cantimplora estaba vacía, Juan estaba exhausto, apenas conseguía mantenerse en pie hasta que cayó agotado en el suelo haciéndose un corte en el brazo contra una roca cercana. Pasaron varios minutos y Juan levantó la cabeza y le pareció ver algo a lo lejos, pensó que solo era una ilusión y cerró los ojos. Pasaron varios minutos y cuando volvió a abrirlos y le pareció ver a aquella persona con traje de conejo marchándose, extrañado miro hacia el lado y vio que le curó el corte del brazo y dejó el mismo huevo que vio antes de aquella bruma.
Lo próximo que recordó fue a Juan en casa de su padre, que preocupado su padre, salió a buscarle con varias personas y el grupo le encontraron insconciente. Juan contó la historia a su padre y amigos y muchos de ellos creyeron que todo fue un sueño debido al agotamiento.
Nadie sabe si esta historia fue cierta o Juan se la inventó, pero desde aquel día, Juan celebró la fiesta todos los años ayudando a su padre y Juan siempre se paraba y daba gracias a aquella persona que le ayudó.
Un relato del libro “Historias increíbles de Pascua”. Escrito y firmado por Zoroz.
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Hace mucho tiempo, en Settlers reinaba un rey muy codicioso. Lo que antaño fue fiel reflejo del espíritu de grandeza del pueblo, la monarquía se había convertido en algo impuesto y desvirtuado por completo. Descendiente de una larga estirpe de grandiosos guerreros, a nuestro rey, Elzo Kurza, sólo le interesaban las grandes riquezas y fortunas. Malaconsejado por su hechicera Mary Salvaje, todos los habitantes trabajaban para él. Un día, un explorador le trajo un objeto nuevo, un misterioso cofre cerrado que contenía un extraño huevo, muy valorado y codiciado. Se percató de su enorme valor, y que conseguiría todo lo que quisiera a cambio de estos valiosos huevos, así que puso a todo su reino a buscarlos. Nombró exploradores a muchos, a otros batidores salvajes y, por último, exploradores experimentados a los más mayores. Se dejó de hacer pan, cultivar trigo y cazar. La gente pasaba hambre mientras él se obsesionaba aún más en encontrar sus codiciados huevos, hasta que, de repente, un día desaparecieron. Perturbado, decidió pedir consejo a la vieja Bruja del Pantano y, en persona, se dignó a visitarla acompañado de 2 generales curtidos, Mary Salvaje y un veterano fiel a la corona. La vieja bruja le comentó, que habían 8 islas misteriosas cargadas de huevos, pero sólo le daría su ubicación exacta a cambio de la mitad de su reino. Tras pensarlo sólo 2 segundos, accedió. El pueblo estaba indignado. La vieja bruja tenía a su servicio cazarrecompensas y caballeros negros que acosaban al pueblo y, como protección, unos sacerdotes oscuros que velaban por su integridad. El pueblo, cansado, se reveló a manos de un joven soldado, Víctor se hacía llamar. Derrotó a los cazarrecompensas, a los caballeros negros y a la hermandad oscura. Una vez liberado el pueblo de la tiranía de los secuaces de la malvada bruja, esta, huyó sin alternativa, de nuevo a su pantano para nunca más regresar. Ahora, era el turno del rey. Con hoces, hachas y piedras, el pueblo se enfrentó primero a Mary la Salvaje. Tras meses de sufrimiento, al final fue derrotada. El joven Víctor crecía cada vez más en fama y poder. Asustado, el rey decidió atacar primero al poderoso Víctor. Ordenó a su ejército más afamado, los hijos de la Sabana que lo matasen sin piedad, pero Víctor los derrotó a todos. El rey, cobarde y simplón, huyó a caballo para nunca más volver. El pueblo, mermado y hambriento pero libre por fin, se dividió en 2 facciones, los que querían que Víctor, ahora conocido como Víctor el terrible, fuera su nuevo rey, y los que querían salir de la tiranía de los reyes y nombrar a un alcalde. Tras una nueva contienda, ahora civil, nuestro reino pasó de tener rey, a tener alcalde. Muchos no querían vivir bajo esta condición. Renegados, conocidos como traidores, marcharon al norte, buscados como forajidos, muchos se dedicaron a la piratería y acabaron juntos en una isla, o eso cuentan.
Así es como el reino de Settlers pasó de ser una monarquía totalitaria a ser una democracia. Y cada año, este hecho se conmemora jugando y encontrando aquellos valiosos y extraños huevos que siguen siendo muy valiosos. ¿Y el terrible Víctor?, ¿qué fue de él? Marchó, juró volver, pero esa, es otra historia…
Firmado: Ayose7.
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Un día del mes de marzo en una bella isla llamada SETTERRS,apodada la bella por su belleza y armonía,se levanto un niño temprano ya que su padre que era un soldado miliciano destinado en esa isla se levanta temprano ya que no tenia colegio por la festividad de la pascua y queria vivir intensamente ese dia festivo.El niño que se llamaba juan desayuno y salio al jardin que tenia en su casa cuando....oh que es eso que hay al lado del arból grande del jardín,lo cogió y su sorpresa fue que era un huevo pintado de colores,juan salio corriendo al interior de la casa para enseñarselo a su padre.Papa,papa gritaba el niño.
Que te pasa juan hijo mio dijo saliendo el padre en busca del niño,mira lo que he encontrado en el árbol del jardín,el padre que era una persona grande y fuerte cojío al hijo en brazos y salio al jardín y muy contento por ver la cara que tenia su hijo de asombro le dijo:hijo eso es un huevo de pascua ya que estamos en esa fiesta y un conejo muy gracioso pinta los huevos y los esconde por todos sitios y a quien encuentre mas tendrá una bonita sorpresa.
El niño se llevo toda la mañana buscando por el jardín los huevos y al llegar la tarde tenia cogido 15 huevos de todos los colores y muy contento le dijo al padre papa,papa mira todo lo que tengo y el padre muy contento y orgulloso por la labor y el empeño que tuvo el niño lo cogió en brazos le beso y le llevo dentro de la casa donde la esperaba su familia y y un hombre vestido de conejo con una bicicleta para el,le dijo el conejo toma este es tu regalo por los huevos.
Ese día fue el mejor de su vida hasta ese momento.
Ahora el es un soldado miliciano como lo fue su padre en la bella isla de SETTLERS y esta en pascua piensa hacer lo mismo con su hijo ya que estamos en tiempo de pascua,para que su hijo sienta lo mismo que sintió el a su edad.
*El payaso era su tío disfrazado y ese día era su cumpleaños.
petronio1
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Un huevo y nada más Por: Escammh
Hace mucho tiempo en la isla TSO vivía un noble corsario valiente como ninguno, luchador como una fiera tras la caza, apuesto y feroz al mismo tiempo, no había oponente a su nivel, era temido por los maleantes y el azote de los piratas.
Nadie sabía el secreto de aquella fuerza, de atractivo sin igual y del el gran corazón que le caracterizaba pues su infancia era todo un misterio. Muchas mujeres tendieron trampas al joven Escammh para saber aquel secreto pero ninguna era lo suficientemente seductora y engañosa para lograr sus negros objetivos.
Pero un mal día atravesando los mares, encontró en una lejana isla una preciosa sirena que con sus dulces encantos y su bella voz logró saber el secreto. Ella entonces pensó que qué podría hacer ahora con aquel secreto… destruirlo? Traicionarlo? Qué haría con ello.
Él entonces al darse cuenta de su imprudencia y de poner en riesgo a TSO se alejó de ella y zarpó hacia su isla, la amuralló toda ella… por toda la arena pidió que se escondieran huevos de brillantes colores, también entre las piedras y minas.
Corrió hasta su humilde hogar donde vivía una bella anciana…. Él se postró ante ella y le dijo: Te he traicionado, me he dejado llevar por los encantos de una sirena y ahora la isla está en grave peligro, vendrán y hurtarán nuestro secreto.
La anciana le dijo: Éstos huevos no son tan mágicos si no los preparo yo, le has dicho quien soy yo? ---- No, no, de ninguna manera. Solo habría una forma de salvar la isla… y ella era el secreto. No había pasado una hora cuando Dientes Metálicos apareció junto con su amada Mary la Salvaje… rompieron todos los huevos hasta llegar a la casa de la dulce anciana.
Cuando la iban a tomar prisionera…. Escammh comió su última ración de huevos, luchó contra Dientes y Mary hasta el cansancio, acabó con todos pero después de aquella batalla sangrienta, vio a la dulce anciana agonizando… corrió a ella diciendo que no muriera y dulcemente la besó, ella al instante dijo.. no moriré sino que estaré contigo para siempre, y al instante se convirtió en un precioso huevo brillante, colorido y lleno de magia.
Escammh lo escondió en una de las minas de oro para que nadie nunca jamás lo encontrara y siempre que volvía de sus batallas se escabullía para ir a encontrarse con su cariñosa amiga quien por momentos se volvía humana.