Modalidad manual:
La Espada del Gran General
Día 14:
Sigo andando por Las Montañas Ferro, el sol calienta las rocas y la poca suela que queda de mis zapatos, rotos y gastados, no impiden que el calor quemes mis pies, las llagas se pelean por hacerse hueco en la poca piel sana que me queda, pero sé que Antonimus no me dejará volver sin la Espada del Gran General, poco falta para que la noche caiga y a lo lejos veo unos matorrales, allí me sentaré y disfrutaré de la última salchicha de las cincuenta que el Alcalde me dio a mi partida, si llego a saber de las penurias pasadas hasta ahora, no habría malgastado las diez monedas en la taberna.
Día 15:
Ha sido un milagro, cuando a punto estaba de desfallecer en mi búsqueda y tener que regresar con las manos vacías, un reflejo deslumbró mi mirada, un reflejo que provenía de lo más hondo de una gruta mal trabajada y medio cubierta por las ramas de un árbol seco. Con esfuerzo logré separar esas ramas ásperas y puntiagudas, y aduras penas pude introducir mi enorme cuerpo por aquel estrecho agujero, allí dentro la cueva se ensanchaba y en el fondo la pude encontrar, iluminado por un haz de luz, proveniente del techo, hacía que la majestuosidad de la espada fuera aún mayor, un filo hecho con acero puro, una cruceta diseñada por el armero que fundió y diseño la estrella central de Settlers, de plata y recubierta de oro, empuñadura de cuero, y culmina en su parte baja con la gran gema azulada, que rige el mundo Settlers. Hoy por fin ha acabado mi misión, el explorador vuelve a casa, con una gran aventura es sus espaldas.
Algunos de los pasos seguidos para la confección de la espada:
Un saludo a todos!!