Gracias por tu compañía, por esos momentos que me han permitido conocerte, saber que eres una persona buena que merece ser feliz, y no menos que eso.
Gracias por el día a día, por contagiarme tu entusiasmo.
Gracias, porque es exquisito sentir que existes con esa capacidad de brindar confianza y una amistad valiosa.