Miradme como vivo en mi gran castillo negro y esos lujosos castillos, donde puedo ver ondear la bandera que representa nuestro país. Lejos, en las canteras vemos a los plebeyos trabajar en los mamposteros de mármol, ilusos por creer que conseguirán monedas, las cuales yo recaudo en los impuestos y me hacen ser más rico juajuajua. El magnífico me llaman y así de magnífica es mi ciudad.