Hace mucho tiempo, no muy lejos de aquí vivía un valiente gordito dicharachero y simpático que comía muchas judías estofadas. Todos los vecinos competían por gran cantidad de monedas y oro español que importaron de settlerslandia, pero fue muy rencoroso con su vecino. Un día aciago, partió hacia algún lugar donde se cayó la luz, pero encontró una piedra.
Días después enfermó duramente en aquella primera helada otoñal y enfebrecido salió quejumbroso de su residencia flotante mas grande para ir al pantano, tropezando con unas sandalias rojas gigantes llenas de una substancia viscosa que sobresalía por los mas insospechados bordes deshilachados irregulares
Amaneció en la isla y el sol mostro su maximo explendor, quemandole sus pantalones bombachos. Provocandole una mancha grandiosa en su pierna de madera exótica.
Se puso de pie y pensó que sería mejor ir